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Mensajes de amistad

Artículo escrito por Cristian | Actualizado: noviembre 30, 2017

Si no te hubiera conocido, no sé lo que habría sido la vida sin ti, amigos/as como tú no se encuentran todos los días. Espero conservar tu amistad para siempre.

Tu amistad es para mí tan importante que quisiera compartirla mil años más contigo…

Los amigos son como las estrellas, no siempre hablas con ellas pero tú sabes que siempre están ahí.

Hacer un amigo es una alegría, tener un amigo es un lujo, conservar un amigo no es fácil, ser tu amigo, un honor.

Gracias amigo/a por haber compartido tantos momentos de aprecio y cariño conmigo.

Gracias por tu sonrisa, gracias por tu mirada, gracias por tu presencia y, sobre todo, muchas gracias por tu amistad.

Gracias a ti logré conocer la amistad que hace mucho me parecía lejana, hoy me siento feliz porque está aquí, muy cerca, en mi corazón, al igual que tú.

Amigas somos, amigas seremos y como cabras siempre estaremos.

No entendia lo que era amistad hasta que te encontré al lado mío, alegrándote por todos los momentos, recuerdos y vivencias que compartimos.

Confieso no haber entendido a veces tus pensamientos y actuaciones, también sé que tú no comprendes en ocasiones las mías. A pesar de nuestras diferencias tengo y tienes un/a amigo/a. Para ser amigos/as no tenemos porque ser iguales.

La amistad es como la mayonesa: cuesta un huevo y hay que tratar de que no se corte.

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No camines detrás de mí, quizás no te guíe. No camines delante de mí, quizás no te siga. Camina a mi lado y sé mi amigo/a.

Me tendiste tu mano cuando más lo necesitaba. Tu gesto fue tan elocuente, que por primera vez entendí lo que era un amigo/a sin que hicieran falta palabras.

Un/a amigo/a como tú no se consigue todos los días.

Si esta noche no puedes dormir, no cuentes estrellas… cuenta conmigo.

Los amigos son como los radares de la Guardia Civil, aunque no los veas siempre están ahí.

La amistad es un sentimiento que sólo aprecias verdaderamente cuando lo pierdes… nunca lo dejes escapar porque si tienes un/a amigo/a lo tienes todo.

Un/a buen/a amigo/a es aquel/la que aunque sople el viento no se mueve, aunque no le trates bien permanece a tu lado, aunque te enfades sigue regalandote una sonrisa.

La amistad es sentir que no estas sólo, es saber que alguien te busca y te recuerda.

Las flores y los amigos hay que saberlos cuidar, las flores sin agua se secan y los amigos sin cariño se van.

La amistad es como un trébol de cuatro hojas, es difícil de encontrar y da buena suerte tener uno.

La verdadera amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final.

La verdadera amistad nunca se olvida, a pesar de que se navegue en direcciones opuestas, el viento vuelve algún día a juntar las embarcaciones.

Un/a amigo/a no es el que celebra tus logros sino el que te ayuda a conseguirlos.

Escuchar, ayudar y aconsejar es ser un amigo de verdad.

Los amigos son la familia que Dios nos permitió escoger.

Para preservar un amigo, tres cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente y ayudarlo cuando lo necesite.

Nunca es largo el camino que conduce a casa de un amigo.

Un buen amigo/a no es quien más ocupa, sino el que más vacío deja cuando se va.

Un amigo es aquel que entra cuando todo el mundo sale.

Un amigo no es el que está siempre en tus momentos felices, sino el que está siempre en tus momentos tristes.

La mejor manera de hacer un amigo es serlo.

Un amigo no es aquel que te acompaña en los momentos buenos sino el que te acompaña en los momentos buenos y malos.

Dos amigos se encuentran por la calle y le dice uno al otro:
– ¿Puedo confiarte un secreto?
– Por supuesto, somos amigos.
– Necesito 6.000 euros.
– Tranquilo, como si no me hubieses dicho nada.

Dos amigos se encuentran por la calle y le dice uno al otro:
– Oye, perdona, pero me debes 1000 euros.
– Te perdono, te perdono.

Un profesor de filosofía, un día en clase delante de sus alumnos, sin decir ni una palabra, tomó un frasco grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf.
Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno.
Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
El profesor cogió una caja llena de perdigones y los vació dentro del bote. Éstos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el frasco estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.
Después, el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el frasco estaba lleno.
En esta ocasión, los estudiantes le respondieron con un sí unánime.
El profesor, rápidamente, añadió dos tazas de café al contenido del frasco, y, efectivamente, el café llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:
– Quiero que os fijéis en este frasco, que representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes, como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, las cosas que nos apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y nada más nos quedase, nuestras vidas aún estarían llenas.
Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche…
La arena es el resto de las pequeñas cosas. Si primero pusiéramos la arena en el frasco, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf.
Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o tu afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades. El resto sólo es arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café.
El profesor sonrió y le dijo:
– Me encanta que me hagas esta pregunta. El café es para demostrar que aunque tu vida te parezca llena, siempre hay tiempo para compartir un café con un amigo…