Se denomina Japón (o Nippon Koku de significado literal “el país del origen del sol”) al Estado de Asia Oriental formado por un grupo de islas distribuidas en forma de arco con 4000km de longitud, en el océano Pacífico, frente a las costas del continente asiático. Limita al N. Con el mar de Ojotsk, al E. Con el océano Pacífico, al O. con el mar de Japón y al S. con el mar de la China Oriental.
Las tres cuartas partes de este archipiélago están compuestas por formaciones montañosas, por lo cual, sólo el 16% de territorio llano está ocupado por población.
Formado por llanuras, cuencas y depresiones de depósitos volcánicos de varios metros de grosor que se abren generalmente al mar.
Este conjunto de islas es un umbral emergido que domina profundas fosas oceánicas. La corta distancia que separa las grandes alturas de las profundidades marítimas son causales de inestabilidad sísmica.
Durante la prehistoria, su geografía humana estaba habitada por diversas poblaciones del grupo altaico (coreanos, mongoles, manchurianos, etc.), así pues, el pueblo japonés, es el resultado de una fusión entre grupos étnicos.
Desde fines del s. XIX, el país ha experimentado un importante aumento de la población. El crecimiento demográfico alcanzó su punto máximo a causa de la repatriación de unos 9 millones de japoneses residentes en el extranjero, luego de la II Guerra Mundial, y del aumento de la tasa de natalidad y descenso de mortalidad que se experimentaron simultáneamente.
Luego de la ley eugenésica que permitió el aborto y las prácticas anticonceptivas, lograron reducir voluntariamente los nacimientos.
A pesar de que Japón es un país pobre en recursos naturales, su economía ha experimentado en los últimos 50 años un crecimiento espectacular.
Su rápido progreso de la producción industrial y la exportación de bienes manufacturados, ha llevado a este país a una gran expansión económica con uno de los PBI anual más altos del mundo.