Término que proviene del latín nativus y que refiere a la pertenencia de país o lugar en el cual se ha nacido. Las especies autóctonas o nativas de una región que pertenecen a un determinado ecosistema, son resultado de fenómenos naturales originados sin intervención humana. Los organismos naturales, poseen un área de distribución en el cual son considerados nativos.
La flora y la fauna autóctonas son un conjunto de especies nativas generalmente bien adaptadas entre sí. El ecosistema puede verse alterado si estas especies son destruidas u otras especies diferentes son introducidas.
En muchos casos, es necesario la restauración de la vegetación y la fauna, en especial en aquellos lugares que han sido afectados o degradados, tanto por causas naturales, como por la influencia del hombre.
La geología ha encontrado huesos humanos y objetos fabricados dentro de la corteza terrestre que han permitido establecer que los primeros nativos, existieron sobre la Tierra desde el comienzo de la época cuaternaria.
La familia de los hombres, probablemente se formó de un grupo de primates superiores que comenzaron a bajar de los árboles al suelo, iniciando un proceso largo de evolución y adaptación al medioambiente. Restos de armas de piedra o metal sencillas, utensilios, alfarería y otros objetos semejantes, dan cuenta de los progresos alcanzados durante esas épocas oscuras de desarrollo.
Durante los últimos siglos, observamos que muchos nativos o pueblos originarios de una tierra, han sido expulsados de su región, sufriendo la colonización de otros grupos en busca de dinero, poder y expansión territorial.
Lamentablemente, muchos de estos pueblos han sido exterminados o reducidos a la marginación y el exilio. En algunos países, a partir de la Declaración de los Derechos Humanos, estas personas intentan recuperar hasta el día de hoy, tanto su dignidad como su espacio natural que los vio nacer.