Palabra que proviene del francés mode, de un uso de gran extensión, que puede referirse a cualquier forma de vida (vestir, hablar, decorar, comer, etc.). Su razón de ser es la novedad.
En indumentaria, la moda es una opción basada en criterios de gusto, cuya característica principal es presentarse como transitoria y experimentar una renovación constante.
La gran variedad y continua sucesión de novedades en la indumentaria no existía en las sociedades antiguas, que, a pesar de variar sus formas de vestir a lo largo del tiempo, sus cambios no respondían al éxito de lo novedoso, sino a las grandes transformaciones culturales.
Como fenómeno social de importancia, aunque limitado a un pequeño grupo privilegiado, la moda no se manifestó hasta el Renacimiento, cuando los príncipes y nobles se erigieron en modelos del vestir.
A partir del siglo XVII, la aparición en los principales diarios de figurines de moda y la posterior publicación de revistas especializadas la difundieron entre las demás capas de la sociedad.
Pese a la generalización de la moda en los siglos XIX y XX, constituye un elemento capaz de integrar al individuo en su grupo social, al tiempo que ofrece determinados clichés, y los introduce en el mercado. A fines del siglo XX, el mundo de la moda se ha convertido en una potente industria.
Cada temporada, los diseñadores más importantes del mundo, proponen sus nuevos diseños a través de desfiles de modas, donde modelos (hombres y mujeres) lucen los vestidos o trajes más sofisticados en las pasarelas. A partir de estas propuestas, se marca la tendencia de moda en cuanto al estilo y los colores que van a usarse para la temporada en cuestión.