Nombre botánico con el que se designan las sumidades floríferas de los pies femeninos del cáñamo (Cannabis sativa), las cuales poseen unos pelos glandulares que contienen una resina, la cannabina, de propiedades estupefacientes, cuyos principios activos son el cannabinol y el cannabidiol.
Si bien es una planta originaria de la cordillera del Himalaya (Asia), esta especie crece mayormente en América del Sur, en América Central y en el sur de Estados Unidos.
Su uso inicial fue como fuente de aceite de semillas, de fibra textil y alimento. Durante varios milenios, se ha empleado a su vez, como una importante medicina y herramienta espiritual.
En la actualidad, encontramos que muchos individuos principalmente de países occidentales, lo emplean como droga debido a sus propiedades psicoactivas. Como uso medicinal, se utiliza para tratamientos relacionados con el cancer, el glaucoma, el asma, entre otros.
Puede utilizarse de diversas maneras, por ejemplo fumándose, casi siempre mezclada con tabaco; haciendo con ella una bebida; o bien puede comerse o inhalarse directamente las resinas.
Entre los efectos más comunes luego de la asimilación de la marihuana se encuentran la excitación cerebral, dilatación en las pupilas, aceleración del pulso, euforia, angustia, posibles alucinaciones, entre otras.
Los múltiples usos que presenta esta planta han generado profundos debates respecto a si es correcto la legalización del consumo de la marihuana. Debido al abuso que se registra en el uso de la misma por parte de los jóvenes como droga, en muchos países se encuentra prohibida tanto la tenencia, la venta como el consumo.
Si bien es cierto que las propiedades medicinales del cannabis son beneficiosas para ciertas enfermedades, los legisladores de muchos países no logran ponerse de acuerdo en la forma de establecer la regulación y los controles necesarios para la correcta utilización de la misma.