Del reino animal, y más específicamente los mamíferos, el gato es un felino pequeño, independiente, carnívoro, y con grandes instintos para la caza de animales pequeños, como ratones, y aves. Los gatos poseen un movimiento elegante, y una gran agilidad (teniendo la capacidad de caer parados de grandes alturas); su vista está muy desarrollada, y logran ver bien aún con pequeñas cantidades de luz.
Son animales vivíparos, es decir, se forman y gestan dentro del útero materno, y nacen por medio del parto; Los cachorros necesitan del cuidado de su madre en el primer tiempo, quien les provee de leche materna, indispensable para ellos. El gato, emite un sonido característico, el ronroneo, generalmente cuando está siendo acariciado y mimado por su amo, lo cual nos indica que está a gusto, y contento.
El gato doméstico es un excelente animal de compañía, aunque generalmente menos sociable que el perro. Si bien le gusta la compañía de sus amos, no es tan dependiente de ellos. Los gatos tienen una longevidad (promedio de vida) aproximada de 16 años. Les gusta la tranquilidad y los sonidos suaves, esconderse en lugares oscuros, ocultos, y silenciosos, como el interior de los armarios (se debe tener cuidado con determinados escondites del gato, como la lavadora).
El gato salvaje, también denominado gato montés, es un felino no mucho más grande que un gato doméstico, que vive en lugares alejados de las ciudades, y se alimenta gracias a su habilidad como depredador. Los gatos salvajes son más robustos que los domésticos, su cola es más ensanchada, y su pelaje es comúnmente de color pardo; poseen un temperamento más solitario, y territorial.
Según otra acepción, el gato es un instrumento utilizado transportar grandes cantidades de manera. También se denomina “gato” a la máquina usada para levantar y sostener cosas muy pesadas, pero a poca altura.
Este término puede referirse además a un ladrón, a una trampa para ratones, o a una bolsa que contiene dinero.