La fatiga es la sensación de cansacio extremo y duradero, causado por realizar esfuerzos muy prolongados, trabajos intensos o por no tener suficiente descanso.
La fatiga, en la mayoría de los casos, viene acompañada de sensación de debilidad, hartazgo, mal humor y dificultad para realizar tareas cotidianas.
En el mundo moderno, se ha vuelto un padecimiento común debido a la vida agitada de muchas personas, y se manifiesta tanto de forma física como mental.
La fatiga física y mental, aunque relacionadas, no tienen los mismos efectos. La fatiga física, por ejemplo, se manifiesta mediante la incapacidad para seguir funcionando en la forma en que lo haríamos en una situación normal. En muchos casos provoca dolores musculares y comúnmente suele aparecer después de sesiones intentas de ejercicios.
La fatiga mental, por su parte, puede provocar síntomas como dolores de cabeza, falta de concentración y mal humor, y se suele manifestar mediante la somnolencia. La fatiga mental puede ser causada por trabajar muchas horas seguidas o realizar actividades que requieren mantenerse despierto durante buena parte de la noche. Esta condición es especialmente peligrosa para personas que realicen tareas que requieran un alto nivel de concentración, como conducir o manejar maquinaria pesada, ya que en un estado de fatiga mental suelen ocurrir episodios de microsueño, en los cuales la persona duerme por lapsos de fracciones de minuto sin que se este al tanto de ello.
Cabe destacar que, a pesar de todo, la fatiga es un resultado normal del trabajo, el estudio, el estrés, la depresión e incluso el aburrimiento. Sin embargo, cuando la fatiga comienza a durar muchos días e incluso meses, los médicos suelen hablar de fátiga crónica, una enfermedad reconocida por la OMS que provoca una sensación de cansancio extremo prolongada que no desaparece ni con descanso prolongado. Sus causas aún son desconocidas, y por lo tanto no suelen existir tratamientos completamente eficaces.