Palabra que proviene del latín famosus y que remite a un uso principalmente antropológico del término debido a que son las personas (y no los animales o las cosas) las que pueden adquirir sus atributos.
La fama se desarrolla dentro de una sociedad y adquiere diversas características a partir del proceso histórico y del imaginario social de la época. La misma hace alusión al carácter célebre de un individuo frente a otros, destacándose por alguna razón o motivo. A su vez, esta persona es observada, aclamada por sus admiradores y seguidores, generalmente expuesta a la opinión pública y a los medios de comunicación.
Una persona famosa puede alcanzar la categoría de celebridad cuando adquiere un alto interés por el público. De todas formas, esta condición puede durar un período corto de tiempo, en especial, cuando ha sido adquirida únicamente por un hecho superficial, pasajero y no por mérito propio.
En cambio, existen personas famosas cuyo reconocimiento ha sido ganado por ser capaces en su desarrollo profesional o por haber realizado alguna actividad que ha beneficiado a la humanidad. En estos casos, su identidad se traduce en el reconocimiento de este valor agregado, recibiendo una gran admiración por parte de la opinión pública (Ejemplo: Ghandi, Madre Teresa, etc.)
En la actualidad, es frecuente observar la fama en ambientes artísticos y musicales, en especial en el mundo del espectáculo, debido a la gran exposición que se encuentran estas personas a través de los medios de comunicación. Tanto empresarios como políticos, también pueden ser considerados famosos; aunque para convertirse en celebridades, necesitan del reconocimiento de la opinión pública y de los medios de comunicación.