El término etnocentrismo proviene del griego y se refiere a la mirada que pone justamente en el centro a la propia cultura o etnia, lo cual deja ver explicita o implícitamente una idea de superioridad con respecto a “los otros”. El etnocentrismo es un tema ampliamente abordado desde la Antropología, para la cual en cierta medida es normal que cada cultura sea etnocéntrica pues implica autovaloración, pero en exceso se convierte en un problema.
Cuando el etnocentrismo se apodera de las culturas y de las mentes de sus integrantes, el juicio de nubla, y cada cultura pretende imponer su propio modo de observar el mundo como si éste fuese el único aceptable y correcto. Es también producto del etnocentrismo el explicar los modos de vida de otra cultura con los términos propios de la nuestra, de lo cual pueden obtenerse confusiones. Cada cultura debe ser entendida en términos de sus propias concepciones sociales, políticas y económicas.
El relativismo cultural, en oposición al etnocentrismo, enuncia que todas las culturas son igualmente valiosas y respetables, que ninguna es ni mejor ni peor, simplemente distinta. La diversidad de la que habla el relativismo cultural es una que entiende la diferencia sin ningún tipo de desvalorizaciones. Desde esta mirada el Hombre puede apreciar tanto su propia cultura, como las culturas ajenas, viviendo con ellas en armonía.
El antropólogo debe lidiar a diario con el etnocentrismo en sus investigaciones, intentando que éste intervenga en la menor medida posible respecto de su análisis cultural. Para aprender de otras culturas, de otras cosmovisiones, debemos considerarlas en pie de igualdad con la nuestra en un sentido jerárquico; debemos intentar que la propia subjetividad no intervenga en nuestros estudios, pues juzgar una cultura con conceptos que no le pertenecen puede hacernos caer en una visión negativa respecto de la misma.
El etnocentrismo puede conducir a la discriminación, así como al racismo y a la xenofobia, y todo ello no puede más que generar agresión entre los que conformamos una misma especie, los seres humanos. Si bien la superioridad es subjetiva, los etnocéntricos creen que las cosas son objetivamente como ellos dicen, y que su cultura es mejor que el resto.