El uso de la palabra estructura posee múltiples posibilidades y ha sido adoptada por las principales disciplinas científicas. En términos generales, refiere al conjunto de elementos o personas, ordenados de una determinada manera y que responden a una determinada organización.
La noción de estructura para el mundo de la psicología contemporánea ha creado un valor especial y nuevo cuya palabra ha sido tomada del término alemán “Gestalt” y refiere a la combinación de elementos que se manifiestan en la vida mental.
Sin embargo, no se trata de una simple combinación de elementos sino que cada uno depende de los otros, formando un todo solidario y no tienen otra significación que su participación en el conjunto. Esta concepción de la relatividad ha llevado al abandono de las doctrinas del atomismo y del asociacionismo para sustituirlas por el “estructuralismo”.
Los principales promotores de esta teoría psicológica fueron Max Wertheimer, Kurt Koffka y W. Kohler. Varios escritos han suscitado debates y controversias provocando principalmente la distinción entre la psicología estructuralista y la filosofía general estructuralista.
El aporte de Dilthey y su escuela ha desempeñado un importante papel en el ámbito filosófico, para quien la estructura aparece como una conexión significativa propia de los complejos psíquicos, de los objetos culturales y del espíritu objetivo.
En general, el estructuralismo continúa vinculado mayormente al área de los psicólogos con preferencia a la de los filósofos, habiéndose realizado varios estudios de gran precisión.
La psicología estructural norteamericana contemporánea se preocupa en resolver los fenómenos psicológicos en referencia a las sensaciones, tendencias, imágenes. Se interesa en la composición de los procesos mentales, en el cómo de esos fenómenos y en sus engranajes internos.