Espada, arma compuesta por una hoja larga, afilada y que puede tener punta. La hoja se engarza en la empuñadura (un mango que suele tener alguna protección en el punto donde se une a la hoja). En general, el término se refiere a cualquier arma que corte o permita las estocadas como el estoque, el sable, la ‘épée’ francesa, la cimitarra, el alfanje o el chafarote. Las espadas más primitivas estaban hechas de piedra, hueso o madera. Las espadas de bronce, que ya eran conocidas por los egipcios en el 2000 a.C., fueron las primeras realizadas en metal. Más tarde se descubrió en diferentes partes del mundo que las espadas hechas de hierro eran más duras y por tanto mejores. Éstas han continuado usándose hasta que se perfeccionó la fabricación del acero y aparecieron hojas de este material. Las necesidades y los métodos de la guerra moderna han dejado obsoletas a las espadas como armas de combate.
La espada siempre ha sido un arma personal, efectiva sólo en los combates cuerpo a cuerpo. Por tanto, siempre ha estado asociada a la distinción individual. De esta manera, las espadas de los dirigentes políticos o militares, de los nobles y guerreros excepcionales, por lo general han tenido adornos, empuñaduras decoradas con elegancia (incluso con joyas) y hojas con incrustaciones de oro y plata, o forjadas de tal modo que produzcan un efecto de aguas a la manera damasquina. Con frecuencia se otorgaba a la espada alguna importancia simbólica. En la literatura y la mitología existen numerosas espadas con propiedades sobrenaturales. Éstas pertenecían o eran conseguidas por héroes y guerreros superiores. Los juramentos de honor o de lealtad se hacían muchas veces sobre la espada: los soberanos aún nombran caballeros tocando su hombro con una espada. La entrega de la propia espada siempre ha sido una muestra de rendición o de sumisión, y su ruptura, una ceremonia de degradación.
En los ejércitos modernos la espada ha sido abolida y sólo los oficiales llevan un tipo de sable en algunas ceremonias. Cuando no se usan, las espadas se guardan en la vaina (funda de cuero o de metal) unida a un cinturón o colgada de un lateral.
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Término que proviene del latín spatha y éste a su vez del griego, spathe y refiere al arma blanca, recta, larga y cortante que posee guarnición y empuñadura.
Los distintos hallazgos de excavaciones arqueológicas datan que las primeras espadas fueron hechas en la Edad de Bronce. Las primeras armas fueron muy rudimentarias, generalmente cortas y de hoja ancha. Con el tiempo su formato fue evolucionando al igual que el material de fabricación, hierro en primer lugar y acero después.
Los griegos utilizaban espadas de diferentes tamaños y formas según el destino de su uso, ya sea para la infantería o la caballeriza, e inclusive con variedades dentro de estos cuerpos. Por otra parte, los romanos fabricaron espadas defectuosas y poco efectivas hasta que en las Guerras Púnicas adoptaron las utilizadas por los cartagineses, con fabricación en la Península Ibérica.
Durante la Edad Media y a medida que se iban fortaleciendo las armaduras, las espadas fueron adquiriendo tanto tamaño como dureza. Con el auge de las armas de fuego y decadencia de los escudos y corazas defensivas, las espadas adquirieron una mayor flexibilidad, un menor peso, siendo más cómodas en su manejo.
Pero la espada no es sólo un arma con fines militares: su uso se extiendió como elemento decorativo en la vestimenta de nobles palaciegos y príncipes; en la actualidad es llevado en algunos uniformes militares o de instituciones nobililiarias como objeto decorativo. A su vez, es un elemento que puede encontrarse exhibido en una vitrina o en la pared, inclusive algunas personas son aficionados a coleccionarlas.
La espada es también un elemento utilizado en las competencias de esgrima donde dos individuos se enfrentan y ejecutan ejercicios de lucha bajo ciertos reglamentos de juego. El área de tocado es todo el cuerpo del tirador y la espada (como el florete) es ofensiva sólo por su punta.