En toda economía de mercado, es todo aquello que conforma una sociedad mercantil o industrial. Se caracteriza principalmente por su independencia. El concepto de empresa se limita generalmente al ámbito de la economía competitiva. Entre los distintos tipos de empresas, encontramos aquellas que son privadas, las públicas y las mixtas (las cuales poseen características de las dos primeras).
Según su constitución jurídica, las empresas se clasifican en: empresas personales, en las que el propietario es una sola persona individual, y sociedades, en cuyo capital participan varias personas, tales como socios, accionistas, etc.
Las empresas también pueden ser de carácter público las cuales dependen del derecho público (Estado o comunidades regionales) o con una influencia determinante de las mismas; los beneficios de su explotación revierten en la corporación participante; las empresas públicas pueden tener tanto el carácter de societarias (empresas nacionales) como de carácter no societario (empresas estatales); en éste último caso adoptan la forma de empresa de servicios.
La creación de empresas públicas se justifica por la necesidad de conseguir objetivos ya sea de política económica, social o fiscal de un país.
Las empresas privadas, por el contrario, lo que las caracteriza es el afán por el lucro; la ganancia obtenida es generalmente distribuida entre unos pocos. A su vez, el o los empresarios asumen el riesgo que conlleva para el capital privado la economía de mercado ya que existe competencia dentro del mismo sector, a nivel nacional e internacional.
En la actualidad encontraremos un auge de empresas multinacionales, las mismas poseen sus establecimientos en diferentes países y en general existe una casa matriz instalada en el país de origen, la cual mantiene la propiedad, dirección y control de la totalidad de los establecimientos.