Término que se emplea para referirse al aniversario del nacimiento de una persona. Muchas culturas festejan los cumpleaños mediante una reunión con familiares y amigos, en la cual se entrega un regalo al agasajado.
Los niños y los jóvenes suelen organizar fiestas en las cuales se comparte gran variedad de alimentos que pueden ser desde bocaditos sabrosos hasta platos regionales o elaboraciones con toques personales.
Es un momento de socialización más del año, donde el cumpleañero recibe un pastel o torta y sopla las velas que generalmente aluden a la cantidad de años de vida.
Esta celebración data desde la Antiguedad y nació bajo un contexto de magia y religión. El hecho de realizar una fiesta, entregando regalos y felicitando al que “nacía” se realizaba con el fin de proteger al agasajado de los demonios y brindarle mayor seguridad para el año venidero.
Los griegos creían que todo individuo tenía un espíritu que lo protegía, que estaba presente el día de su nacimiento y que lo cuidaba durante toda su vida. Los romanos también aceptaron esta idea. La costumbre de colocar tortas con velas encendidas empezó también con los griegos: ellos colocaban en los altares del templo de Artemis pasteles redondos hechos con miel y cirios encendidos. La creencia cultural es que las velas de cumpleaños están dotadas de una magia especial para conceder deseos y traer buena suerte.
Las velas colocadas en círculos era un ritual que simbolizaba protegerse de los malos espíritus, hecho que fue considerado por la Iglesia Católica durante muchos tiempo, como un rito pagano. Recién cuando se comienza a difundir el cumpleaños de Cristo en la fiesta de Navidad, los cristianos aceptan la festividad y la incorporan a su práctica como un modo de celebrar los cumpleaños.