El cristianismo es una religión monoteísta, es decir, que cree en un solo Dios, y en su hijo, Jesús, que vino al mundo como un hombre para redimirnos de los pecados. La máxima institución cristiana es la Iglesia (que ha tenido gran poder a través de la historia), y el libro sagrado es la Biblia, escrita por los apóstoles, y constituida por el Viejo Testamento de origen judío, y el Nuevo Testamento, que contiene las enseñanzas cristianas.
La religión cristiana conserva relación con el judaísmo, pues ambas tienen el mismo Dios (aunque los judíos no aceptan a Cristo como el hijo de éste), y el Viejo Testamento, primera parte de la Biblia también, conocida como Génesis, es el libro sagrado del judaísmo.
El símbolo más valioso de esta religión es la cruz, puesto que Jesús de Nazareth (de origen judío), el Mesías, fue crucificado a los 33 años. Todo buen cristiano cumple con los Diez Mandamientos, tiene fe en Dios y en su religión, y acude a misa con frecuencia.
Si bien actualmente esta religión es la que conserva la mayor cantidad de seguidores; en sus comienzos, el cristianismo fue perseguido con gran violencia, hasta convertirse en la religión oficial del Imperio Romano, gracias al emperador Teodosio; luego de ello, el cristianismo se extendió cruzando las fronteras, hacia las distintas partes del mundo.
El cristianismo luego de sufrir variaciones, se dividió principalmente en el catolicismo, y el protestantismo, y más tarde, surgieron más ramas cristianas diferentes. La aparición de la Iglesia Protestante se debió a la influencia de la reforma luterana, realizada por Martín Lutero (monje), quien no estaba conforme con determinadas prácticas de la Iglesia.
El Papa, quien reside en el Vaticano, es la máxima autoridad dentro de la religión católica.
Entre la Iglesia Protestante y la Iglesia Católica existen diferencias, respecto de prácticas e ideas. Por ejemplo: los sacramentos de los protestantes son sólo tres (el bautismo, la cena del Señor, y el arrepentimiento), mientras que los católicos tienen siete sacramentos (el bautismo, la confirmación, la confesión, la eucaristía, la orden sacerdotal, el matrimonio, y la unción de los enfermos).