Palabra que proviene del latín crescére y que tiene múltiples usos definidos a partir del tema que se encuentre en cuestión. Generalmente se utiliza en las ciencias naturales para definir el aumento de tamaño de los cuerpos naturales.
El crecimiento en biología es el aumento de tamaño de un organismo por formación de nueva sustancia corporal. Puede ser por aumento en el tamaño de las células, o en el número de ellas: las células epiteliales del hombre crecen con rapidez y se reproducen a ritmo elevado para remplazar a las que mueren; el número de neuronas se mantiene prácticamente estable durante la vida del individuo.
En los animales superiores, el crecimiento depende de un aporte suficiente de nutrientes y de la producción de determinadas hormonas (somatotropina). Cuando la cantidad de éstas últimas es excesiva en individuos jóvenes, se producen anormalidades en el crecimiento (gigantismo, acromegalia, etc), y si es escasa puede dar lugar al enanismo.
Muchas campañas de publicidad que recibimos desde distintos medios referidos a productos alimenticios, mencionan la importancia de una buena alimentación para que los niños puedan crecer sanos y fuertes. Efectivamente utilizan un mensaje publicitario que remarca la importancia del aporte nutritivo en la etapa de crecimiento infanto-juvenil, como apoyo para lograr vender mayor cantidad de productos.
Una persona no sólo puede crecer en cuanto a su físico y tamaño corporal. Los seres humanos tienen la capacidad de crecer en su profesión, su economía, su metas personales, etc. Crecer desde este punto de vista, significa aumentar todo tipo de capacidad o de potencial que el individuo tiene para generar algo por sí mismo y alcanzar de esta forma, las metas propuestas.