Refiere a las siglas en Inglés de Central Processing Unit (Unidad Central de Procesamiento), componente de la computadora y ciertos dispositivos que pueden programarse, los cuales tienen la función de comprender las instrucciones que se encuentran en los programas y el procesamiento de datos.
Si bien el término CPU puede utilizarse para denominar a las primeras computadoras que existieron, el término como tal comenzó a emplearse a principios de los años 60’ en el mundo de la informática. Aunque el diseño de los mismos ha sido modificado bastante desde las primeras “centrales”, la forma de operar ha permanecido de una manera bastante similar.
Durante mediados de los 70’, casi todos los tipos de CPU fueron suplantados por microprocesadores que contienen un único chip. En referencia a los primeros ejemplares, estos se diseñaron como parte de un computador de mayor tamaño, aunque representaba un costoso método para un uso personal, por lo cual se fueron sustituyendo en poco tiempo por procesadores más económicos, adaptados para uno o varios propósitos.
La estandarización de la CPU se inició junto a la época de los transistores discretos y con un mayor acceso masivo al circuito integrado, se aceleró aún más. Al mismo tiempo, comenzaron a aparecer las microcomputadoras. Todo esto permitió fabricar computadores más sofisticados en espacios más reducidos.
Dichos dispositivos digitales se han estandarizado y se fabrican cada vez más pequeños, multiplicándose en la actualidad, más allá de los computadores. Hoy en día podemos observar el uso de microprocesadores tanto en celulares y en juguetes, como en automóviles o aviones.
Entre los componentes clásicos de una CPU, se encuentran: aquella que se encarga de resolver operaciones vinculadas a la lógica y la aritmética; y la unidad de control que se ocupa de de extraer instrucciones de la memoria.