El término capital, proviene, según su etimología, del vocablo “capitis”, que a su vez deriva de “caput”, cuyo significado en latín quiere decir “cabeza”, y debido a que la cabeza es la encargada de tomar el control del resto del cuerpo, y por lo tanto, de dirigirlo, es que, desde el punto de vista geográfico y con respecto a la población, la capital es la ciudad que se destaca por su importancia política, ya que allí se encuentran los organismos gubernamentales, dentro de un Estado, provincia o distrito.
Pero no solamente se destaca en este aspecto, ya que la capital conserva grandes tesoros culturales y, por lo general, en ella se concentra una gran masa de población, lo cual se debe al gran flujo de la economía.
Por otro lado, también se utiliza la palabra capital, para hablar de algo de suma importancia, como el interés capital, o dentro de la religión, los siete pecados capitales.
Además, se habla de pena capital, como sinónimo de pena de muerte, mediante la cual, luego de ser sometido a juicio, el Estado castiga al delincuente con la ejecución.
Como podemos ver, esta palabra corresponde a varios significados, otro de los cuales es muy valioso dentro de la economía. El capital está constituido por los bienes de producción y el dinero invertido, y por medio de estos dos factores pueden producirse más tarde las ganancias. Dentro del capital, podemos distinguir al capital productivo, constituido por los elementos necesarios para la producción de una empresa, como las materias primas y la maquinaria; y al capital financiero, que contiene los pasivos y activos de dicha empresa.