Archivo proviene del latín archivium y refiere al lugar donde se conservan documentos particulares o públicos, que pueden ser de carácter oficial, semipúblicos o comerciales. Incluye también el mobiliario y los objetos que lo resguarda: mueble, carpetas, etc.
Muchos países poseen archivos de memoria como patrimonio histórico. Las instituciones se encargan de reunir y organizar la información para luego ser difundida ante la comunidad. Existen en la actualidad servicios de archivos públicos donde se reciben, clasifican y custodian estos documentos.
Las funciones principales de todo archivo es ser un documento activo de información, donde la conservación de los mismos es fundamental así como también su orden y clasificación. Su acceso debe ser eficaz, pudiendo encontrar lo que se busca con facilidad y rapidez.
Tras el desarrollo informático, la mayoría de los archivos están comenzando a trasladarse a carpetas o directorios accesibles a la pc. Los archivos son identificados por un nombre y se les ha dado este nombre porque son equivalentes digitales que cumplen el mismo rol que antiguo papel de la oficina tradicional.
Los archivos informáticos están compuestos por bytes y tienen tamaños variables. La ventaja que presentan en este formato digital es que se pueden crear, modificar, mover o borrar. En la mayoría de los ordenadores, los archivos se organizan en carpetas, pudiendo almacenar una gran cantidad de ellos en cada una como también otras carpetas. A su vez, estas carpetas pueden guardar otros archivos y más carpetas, formando una especie de estructura de árbol compuesta por una carpeta raíz, y todas sus extensiones.
Existen sistemas informáticos preparados para proteger estos archivos frente a daños o infiltraciones. Algunos de ellos sólo son accesibles para determinados usuarios ya que su contenido puede ser de suma confidencialidad en determinadas empresas u organismos gubernamentales.