Un anillo es un objeto material de forma circular, que se coloca en los dedos de la mano, con la finalidad de adornar, o en el caso de los anillos de boda y compromiso, expresar sentimientos de amor y fidelidad. Los anillos se constituyen de diversos materiales, como lo pueden ser el oro y la plata, el acero, plástico, entre otros.
Estos aros pequeños son conocidos también con el hombre de sortijas, y en el caso de aquellas que se hallan en las manos de los esposos o cónyuges, se habla de “alianzas”; las mismas se usan en el dedo anular y generalmente están hechas de oro, sin accesorios (como podrían serlo diamantes, símbolos grabados, u otros).
Cabe destacar que los anillos no son una moda reciente, sino que tienen un origen antiguo, ya desde los griegos y romanos, por nombrar sólo dos ejemplos (en este caso, de civilizaciones muy trascendentes en la historia) de los tantos que existen.
El término anillo viene de la palabra “anus”, perteneciente al idioma latín, y ésta quiere decir “círculo”. Por ello “anillo” no se refiere sólo a aquel ornamento tan popular, sino también por ejemplo (en Astronomía), a los anillos que tienen algunos planetas, entre ellos Saturno y Urano. Por otro lado, se entiende por anillos desde la Biología, a las divisiones del cuerpo, justamente de forma anillada, en algunos seres vivos, como los gusanos.
Los anillos pueden relacionarse también a la vida religiosa, convirtiéndose en elementos de un gran poder simbólico. El anillo otorgado al Papa, cuando éste asume dicho rol, es conocido como el Anillo del Pescador, debido a que San Pedro, cabeza de la Iglesia Católica y primer Papa, tenía el oficio de pescador.
Determinados aros de metal, de un tamaño mayor a los anillos ornamentales, son utilizados como instrumentos de la gimnasia artística, y otros anillos, en cambio muy pequeños (generalmente; pero obviamente depende del tamaño del animal), son puestos en las patas de algunas aves con la finalidad de realizar estudios y análisis sobre las migraciones de la especie.