Se define como alquiler al monto económico por el cual algo es alquilado de su dueño original a un tercero. El alquiler se estipula formalmente mediante lo que se conoce como un contrato de arrendamiento, y se puede realizar con todo tipo de bienes y servicios, aunque en la práctica es muy común verlo aplicado en casas, terrenos y automóviles.
Al alquiler también se le suele conocer como renta, y aunque se paga utilizado dinero en la mayoría de los casos, también puede ser pagado mediante el ofrecimiento de cosas como materia prima. Por ejemplo, si lo que se renta es un campo para cultivar, la renta podría consistir de un porcentaje de lo que se cultive, y en este caso el alquiler es conocido como alquiler en especie. El alquiler puede consistir en un pago mensual o en un pago de una sola exhibición. Estos detalles, junto con la duración del arrendamiento, deben quedar estipulados en el contrato.
Los contratos de arrendamientos son regulados de forma distinta dependiendo de la legislación del país en el que se haga el contrato, y se suelen distinguir tres tipos distintos de arrendamientos y de alquileres. El más común, como ya se mencionó, es el de locación de cosas, en el que una persona recibe una propiedad a cambio de cumplir con pagos acordados previamente.
Otro tipo de arrendamiento es el de prestación de servicios. En este, una persona se presenta en una fecha convenida y da un servicio a otra, siendo el alquiler el pago que recibirá esta persona una vez que haya concluido su servicio. Finalmente, existe también el arrendamiento de locación de obras, en el cual, como su nombre indica, se provee de la construcción de algo a cambio de un alquiler. Este arrendamiento puede abarcar desde un traje hasta un edificio completo.