El abrazo refiere al acto de entrelazar los brazos en señal de cariño entre personas. También es un acto de contención y comprensión. Generalmente el abrazo se da entre dos personas que, al extender sus brazos y colocados de frente, estrechan su pecho y envuelven los mismos por la espalda.
En las ceremonias de caballería, era muy usado dar el abrazo al recién armado. La costumbre era dar espaldarazos de estilo y el abrazo o l’accolade al caballero, besándole en el carrillo izquierdo. Dicho acto se remonta a la antigua costumbre cuando un esclavo, recibía un golpe de prueba de su dependencia. Los caballeros, a su vez, al momento de ingresar a la orden, se sujetaban a sus estatutos.
Inclusive en el mundo animal, encontramos que los sapos y las ranas, en su época reproductora, presentan una reacción instintiva mediante la cual los machos sujetan con fuerza a las hembras desde atrás. De esta manera, provocan la puesta e inician la liberación de esperma para fecundar los huevos. El instinto a veces es tan fuerte que el macho puede llegar a aferrarse a cualquier objeto, como puede ser, un pez o una rama.
En el ámbito literario, varios autores han adoptado este concepto. Existe desde hace algunos años, un libro llamado “El libro de los Abrazos”, de Eduardo Galeano, en el cual se relatan pequeños cuentos con historias, pensamientos y experiencias de la vida. El mismo, lo podemos encontrar en formato PDF por internet.
Un libro con reflexiones y ejercicios llamado “El lenguaje de los abrazos”, de Lía Barberi, explica la abrazoterapia, como un lenguaje donde la comunicación no verbal se pone de manifiesto y el efecto beneficioso que genera el contacto físico directo entre las personas.