Antitoxina, anticuerpo (gammaglobulina) producido por un organismo animal como respuesta a una toxina bacteriana o a un veneno. La antitoxina neutraliza el efecto de la toxina. En 1890 el médico alemán Emil Adolph von Behring fue el primero en demostrar la existencia de las antitoxinas: los animales inmunes a la difteria presentan en su suero sanguíneo sustancias que neutralizan la toxina bacteriana del Corynebacterium diphteriae.
El primer uso terapéutico de estas sustancias lo efectuó el bacteriólogo francés Pierre Paul Émile Roux en 1894. Hoy se utilizan con fines terapéuticos las gammaglobulinas (antitoxinas) específicas para las toxinas del tétanos y del botulismo.
Las antitoxinas para uso humano se obtienen de suero caballar y caprino; se inyectan al animal dosis progresivas de la toxina y su sistema inmunológico produce los correspondientes anticuerpos.
Se extrae sangre del animal y se procesa para fines terapéuticos. Se puede utilizar al mismo animal para producir sueros durante años sin que éste sufra ningún daño orgánico aparente.