Anticolinérgico, fármaco que bloquea el paso de ciertos impulsos nerviosos al sistema nervioso central por inhibición de la producción de acetilcolina, un neurotransmisor (sustancia que transporta señales entre las células nerviosas y los músculos).
Es un tratamiento ocular efectivo que también se utiliza en las exploraciones de los ojos, ya que provoca la dilatación de la pupila al paralizar los músculos de acomodación (los músculos que ayudan al ojo a enfocar). También se aplica antes de realizar determinadas operaciones quirúrgicas o, inhalado, para aliviar la constricción de las vías respiratorias que se origina en la bronquitis.
Los anticolinérgicos pueden reducir la rigidez y el temblor propios de los enfermos de Parkinson (véase Enfermedad de Parkinson) y pueden mejorar el tono muscular de la vejiga en el tratamiento de la incontinencia urinaria. Su utilidad para mitigar o prevenir espasmos está limitada por sus efectos secundarios, como sequedad de la boca, perturbaciones de la visión y retención de la orina.